Facebook: Duro de matar
¡Quién lo iba a decir! Aquel niño genial, travieso, indiscreto, sorprendente, que nos cambió la vida, ya es mayor de edad. Facebook cumple este febrero 18 años sin que nadie discuta su papel pionero en el boom de las redes sociales, pero con muchos augurándole un futuro incierto ante la competencia tanto de su hermanita de leche, Instagram, como de las demás que vienen quitándole espacios progresivamente, sobre todo entre los jóvenes.
18 años que, para el vertiginoso sentido del tiempo que tienen las nuevas tecnologías, quizás habría que contabilizar con el mismo método de cálculo que aplicamos a la edad de los perros: multiplicando por 7.
Si la vemos con el cristal del branding, la pregunta sería si la marca Facebook tendrá ese valor fundacional que han tenido nombres como Coca-Cola o Ford, y acabará convirtiéndose en una venerable capaz de sobrevivir y adaptarse con éxito, o si ya habrá una lápida con su nombre en ese cementerio donde comparten tumba ex gigantes como Kodak o Blockbuster.
Ante los pesimistas, Facebook saca algunos numeritos y dice como Don Juan Tenorio: “Los muertos que vos matáis, gozan de buena salud”. A la fecha, la red está a punto de alcanzar los 3.000 millones de usuarios en el mundo; lo que redondeando serían unos 450 millones más que Youtube, 1.000 más que Whatsapp, 1.500 más que Instagram, 2.000 más que TikTok y 2.500 más que Twitter.
Pero, si bien retiene el liderato, en el 2021 Facebook creció a mucho menor velocidad; la mitad que en el 2020: 6,2% Vs. 11,8%. Algo muy distinto a lo ocurrido con la competencia. Instagram pisó el acelerador con un 21% de crecimiento; Twitter se espabiló tras varios años de estancamiento con un 23% y TikTok pegó el mayor estirón nada menos que con 45%.
Y no son los únicos datos preocupantes para Facebook. Más allá del número de usuarios, aquellos que forman parte de lo que se ha llamado “el país más grande del mundo”, no tienen necesariamente a esa red entre sus favoritas. De hecho, ante la pregunta sobre cuál es la preferida, Whatsapp e Instagram –en ese orden- superan a Facebook. Las diferencias no son muy grandes en los números totales, pero si acercamos la lupa se ve con claridad el desapego que va sufriendo Facebook entre los más jóvenes… especialmente entre “las” jóvenes. Para mujeres entre los 16 y 24 años de edad, Instagram es líder en la preferencia, con más del triple que Facebook (25,6% Vs. 7,3%). Por su parte, los varones en ese mismo rango de edad que tienen a Instagram como su preferida, duplican a los que siguen amando a Facebook (22,8% Vs. 11,1%).
La tendencia es clara: los años de crecimiento explosivo de Facebook quedaron atrás, como ya se venía apreciando desde 2018, y parece claro que a la vuelta de la esquina podría convertirse en un jugador más de un mercado cada vez menos monopólico… un jugador con ciertas ventajas, sin duda, pues forma parte de esa gigantesca “montaña de azúcar” (Eso significa Zuckerberg en alemán) que conforma junto a Instagram, Whatsapp y FB Messenger, sin entrar a hablar del gran proyecto de empresa matriz que significa Meta.
Facebook, además, tiene ante sí el reto de continuar sorteando la crisis reputacional que se ha forjado a pulso, escándalo tras escándalo, hasta convertirse en sinónimo de casi todo lo malo que se pueda atribuir a las redes sociales y que, por cierto, no es de su exclusividad.
Como suele ocurrir con los niños que crecen sin autoridad, sin referencias, sin ley, no es de extrañar que se haya convertido en algo así como un delincuente juvenil, un enfant terrible, un James Dean de lo digital.
Le han acusado de manipular las mentes para encumbrar presidentes, de traficar datos privados, de cooperar en macabros proyectos de espionaje gubernamental y hasta de crear el paraíso de los pedófilos. Y algunos de sus errores no son muchachadas que el público perdone fácilmente. Haber facilitado el uso de la información de unos 50 millones de usuarios a Cambridge Analytica, le costó en su momento que uno de cada cuatro estadounidenses eliminara la aplicación de Facebook en sus teléfonos. Y la situación no parece haber mejorado mucho, incluso tras la sonada y poco reparadora comparecencia de Zuckerberg ante el congreso norteamericano.
En septiembre de 2019 se develó que Facebook dejó durante un año un servidor sin protección, con libre acceso a 419 millones de teléfonos, el identificador de Facebook asociado y en algunos casos el nombre del usuario, su sexo y su país. En abril de 2021, los datos de más de 500 millones de usuarios se pusieron a disposición de forma gratuita para su descarga, al parecer debido a una vulnerabilidad que Facebook rectificó luego.
Parecería suficiente para que Facebook estuviera en una situación muy comprometida. Pero el hecho es que allí está, en pie, con tantas cicatrices como Bruce Willis en Duro de Matar, pero muy dispuesta a seguir dando pelea.
(Datos numéricos: Informe Global Sobre el Entorno Digital 2022 de Hootsuite/We Are Social).